Castilla y León recuperará el empleo perdido por el Covid-19 el próximo año

• ManpowerGroup estima un aumento de la ocupación para Castilla y León del 1,7% y del 2,9% para 2021 y 2022, respectivamente, lo que se traduciría en la creación de 45.000 nuevos empleos.
• Sectorialmente, el avance ocupacional en Castilla y León refleja notables cambios en el sector primario (-0,1% y 3,7%), aumentos en la industria (1,3% y 2,3%), la construcción (0,8% y 2,9%) y avances mayores en los servicios (2,0% y 3,0%)
• Castilla y León aportaría en el entorno del 3,9% del nuevo empleo que se espera para 2021 y 2022 en España
• Los empresarios de la zona Noroeste (Asturias, Castilla y León y Galicia) tienen las intenciones de contratación más sólidas de los últimos 13 años

Valladolid, 21 de junio de 2021 – Antes de que termine 2022, Castilla y León se recuperará de la drástica caída del empleo generada por la crisis del Covid-19 (-2,6%). Nada menos que 45.000 nuevos empleos podría crear la comunidad, según la hipótesis media barajada por ManpowerGroup en sus recientes proyecciones de empleo que esperan ritmos de crecimiento de 1,7% en 2021 y 2,9% en 2022.

Sería el sector servicios el que espera un aumento más relevante en términos absolutos con la creación de 34.000 puestos y tasas de crecimiento del 2,0% y 3,0%, en 2021 y 2022, respectivamente. Al sector servicios le sigue la industria, con la creación de 6.000 puestos y crecimientos del 1,3% y del 2,3% respectivamente; la construcción, con 3.000 puestos y crecimientos del 0,8% y del 2,9% y el primario, que crea 2.000 puestos con crecimientos del -0,1% y 3,7% en 2021 y 2022, respectivamente.

A pesar de esta recuperación, las previsiones de ManpowerGroup apuntan a aumentos de la ocupación en Castilla y León de menor intensidad que para el conjunto de España: 1,7% en 2021 (frente al 2,4% que se prevé para el conjunto de España) y un 2,9% en 2022 (por debajo del 2,9% de media del país).

Con estas expectativas de aumento de la ocupación, Castilla y León habrá aportado, en 2022, un 3,9% del nuevo empleo que se espera generará España. Con ello, desde el mínimo de empleo en 2013 tras la crisis financiera y hasta 2022, y a pesar del descenso del -2,6% en 2020, Castilla y León habrá presentado un aumento del empleo del 10,2%, más de 90.000 nuevos puestos de trabajo. Con ello, de confirmarse estas previsiones, en 2022 el empleo en Castilla y León se situará en el entorno del millón de puestos de trabajo, todavía un -6,7% por debajo de los existentes en 2007, al final del proceso expansivo de los dos mil.

Estas buenas estimaciones se ratifican a corto plazo en el último Estudio de Proyección de Empleo presentado por ManpowerGroup para el tercer trimestre del año. Según dicho informe, los directivos de la zona noroeste (Galicia, Asturias, Castilla y León) sitúan la proyección de empleo neto en el +11%, lo que supone una mejora de los planes de contratación por parte de los empresarios de 11 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior. Si se compara con el mismo periodo del año 2020, la mejora es de 26 puntos porcentuales. Así, esta zona registra las perspectivas de contratación más sólidas en 13 años.

Además, según este informe, ocho de cada 10 empresarios de la región noroeste cree que sus empleados estarán de vuelta a la oficina a tiempo completo a mediados de 2022. Sólo un 3% cree que todavía tendrá parte de su equipo trabajando desde casa. Previsión optimista respecto a la evolución del Covid-19, pero que sin embargo refleja que, al menos en esta región, el teletrabajo no es una alternativa sólida de futuro ya que sólo el 10% contempla el formato híbrido entre teletrabajo y presencial.

Manuel Solís, director general de Manpower, asegura que quedan grandes desafíos por delante: “Aunque los datos sean mejores que en otros años, todavía quedan retos por afrontar, en concreto tres: En primer lugar, los jóvenes -con un 41% de desempleo juvenil que debemos reducir apostando por la Formación Profesional, entre otras acciones para que no queden en riesgo de exclusión en los próximos años-; en segundo lugar, los seniors también son un colectivo con un riesgo de exclusión laboral debido a la desconexión digital o falta de transformación; y por último, las mujeres, uno de los sectores más perjudicados por la pandemia”.

La formación como garantía

En cuanto a los niveles formativos requeridos para los nuevos empleos, según las estimaciones de ManpowerGroup, sólo el 1,7% de las posiciones ofertadas en los próximos años a nivel nacional no requerirán formación específica. Frente a ellos, un 75% de perfiles demandados requiere un nivel formativo alto y hasta un 17% un nivel formativo medio. De ahí que uno de los grandes retos para reducir el desajuste de habilidades sea precisamente la formación. “Necesitamos impulsar la formación y los planes de desarrollo interno y capacitación para garantizar la inserción de los distintos perfiles al mercado laboral”, ha asegurado Manuel Solís.